Mi nombre es Eñi Escobar, he estado una semana en Melilla, conociendo la comunidad y el proyecto Intercongregacional que tienen las Hnas. del Ángel de la Guarda y las Apostólicas del Corazón de Jesús. Mi hija Eñi, religiosa de las Hermanas del Ángel de la Guarda, está viviendo en esa comunidad y fui a pasar con ella su cumpleaños.
Mi experiencia ha sido increíble, porque ves desde cerca la realidad de la migración en Melilla, frontera Sur de Europa. Todos tienen una sonrisa “velada” porque esperan su sueño, un futuro que no saben cuándo les llegará, pero confían en que antes o después llegará “ su salida” como ellos lo llaman (viajar a la península).
Me he traído mucho cariño de los más desfavorecidos de África y he
quedado allí un trocito de mi corazón