y de las primeras hermanas que darían vida esta gran familia. Cada rincón de este pueblo nos hablaba de sus vidas andariegas.
Nuestro corazón se desbordo de emoción al estar en el lugar donde nació a la vida cristiana nuestro padre fundador, sin saber que en el futuro nacería de él, nuestra Congregación. La sencillez de la pila bautismal, sus palabras “Formar verdaderos discípulos de Cristo”, el cuadro de su foto, nos habla de la pequeñez a la que él mismo nos invitaba a vivir a las hermanas.
Sabíamos de la existencia de que una de las calles tiene el nombre del fundador y eso nos hacía ilusión conocerla, pero nuestra mayor sorpresa fue descubrir, que la M. San Pascual da nombre a otra de ellas, nos emocionaba pensar que el pueblo reconocía la labor que ellas y las hermanas habían realizado
Otro momento sobrecogedor fue pisar el suelo original que pisaron nuestros fundadores, donde nació este hermoso proyecto de ser ángeles visibles en medio de la realidad. Allí pedimos al Señor ser fieles al carisma recibido.
Seguimos peregrinando confiadas en que su presencia nos acompaña.
Hnas. Nuria, Blandine, Solange, Maryuris, Anggelis. María.