EN CAMINO CON OTRAS Y OTROS La vivencia de las clases del inter noviciado es una experiencia muy enriquecedora tanto en las clases -de lunes a miércoles- como en los encuentros formativos. Es una riqueza, ya que como la palabra lo dice inter- cultural somos de diferentes países, culturas y congregaciones, vivencias, historias y formas de pensar, actuar y relacionarnos. La experiencia de la interculturalidad, la describimos con el símbolo del arco iris lleno de muchos colores que dan sentido, vida, esperanza y luz a este camino el que vamos viviendo juntas. Una experiencia, sencilla y muy significativa que hemos tenido en el inter noviciado, ha sido el compartir un plato típico de nuestro país. Nos ha gustado mucho porque hemos podido conocer la variedad de comidas y lo que cada una de éstas evocaba para la vida. Cada una tenía su sabor y su historia.
TEJIENDO REDES
Vivimos en un barrio en el que compartimos con otras culturas: latinos, chinos, indios, filipinos y españoles.
Los viernes por la tarde Ana, Belkis y Angie, acompañamos a adolescentes que en su mayoría pertenecen a familias latinas que se están preparando para el sacramento de la confirmación en la Parroquia de la Beata María Ana de Jesús. Al terminar, solemos jugar con los algunos jóvenes; mientras que Ana, ha convocado un grupo de chicas que quieren aprender a bailar.
Fernanda, el fin de semana colabora en la Parroquia Nuestra Señora del Silencio, su pastoral está dirigida para personas sordas y sordo-ciegas en donde ella participa en el grupo de liturgia.
Como apostolado social, Belkis colabora con Cáritas en la Cañada Real, un barrio marginal de Madrid habitado por personas pertenecientes a minorías étnicas migrantes y españoles. Acompaña en cursos de informática, para adultos. Angie, con otros voluntarios de Cáritas, acompaña a personas enfermas del Hospital Doce de Octubre. Fernanda, participa en la Fundación Pueblos Unidos recibiendo a las personas que están sin trabajo, en su mayoría migrantes.
Esta variedad de apostolados nos permite descubrir que cada una tiene cualidades y llamadas distintas para una misión común, a la que nos sentimos interpeladas por Dios ante estas realidades que se nos presentan. El ambiente de secularización es un reto en nuestro apostolado, que no es directamente con creyentes, sino con quienes lo necesitan. Nos alegra compartir con ustedes nuestra experiencia. Las palabras de nuestra Fundadora cobran vida con una energía que nos encamina a abrirnos a la novedad y Presencia de Dios que habita en cada Hermana. “No hay hermanas de distintos países, todas somos Hermanas del Ángel de la Guarda” Madre San Pascual.
Belkis Méndez, Fernanda Díaz, Angie Matallana y Ana Corea
Novicias- Hnas. del Ángel de la Guarda