Estos encuentros con hermanas de distintos países tienen la riqueza de poder compartir distinta experiencias y tejer lazos de mayor fraternidad.
Actualemente la Congregación tiene como objetivo ofrecer un espacio que favorezca el autoconociemiento y la fraternidad. Hacer relectura de la historia personal, ahondar en las motivaciones vocacionales y acrecentar nuestra identidad carismática.
El itinerario es un recorrido con distintas etapas. El recorrido hay que adecuarlo a cada persona porque cada una realiza su propio proyecto existencial, de acuerdo con su realidad concreta.
La visita a los lugares de nuestros propios orígenes ayuda a profundizar y conocer nuestras raices congregacionales.
Las hermanas iban a la casa Madre, convocadas por los Fundadores para afianzarse en el espirtu de familia, hacer el retiro anual, formarse y renovarse en todo lo que pudiera ayudarlas en su misión. Consideraban estos encuentros un elemento básico en su propia experiencia religiosa que les ayudaba en su decisión a perseverar.
Otro grupo de hermanas que celebran sus 50 años de vida religiosa han pasado unos dias en estos mismos lugares.